La muralla

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Descripción

La muralla medieval de Llanes se levantó, colectivamente y bajo la dirección del experto Pere Daoz, en el siglo XIII, después de haber sido concedido Fuero a la villa y, al parecer, coincidiendo con su poblamiento. La cerca testimonia «sus privilegios y el límite de la jurisdicción concedidos en la carta puebla» (Javier González Santos). Reconstruida a comienzos del siglo XVI tras el cerco a que sometieron a la capital municipal las tropas del conde de Luna en los años 1466 y 1471 y los incendios ocurridos en 1490 y 1509, también lo fue en la primera mitad del siglo XIX debido a las guerras de la Independencia y a las carlistas. De esta cerca se conserva en excelente estado el sector norte y otros restos dispersos por distintas zonas, encajados en edificaciones recientes. En el muelle, por ejemplo, hay una casa que apoya su galería alta en un torreón.

En un principio tenía 840 m de perímetro, en forma cuadrangular, con un espacio interior de siete hectáreas. Su lienzo sur estaba reforzado por un torreón circular, que aún perdura. La anchura media es de un metro y medio, aproximadamente. En ella se abrían cuatro puertas principales: al oriente, la de San Nicolás, cuyas llaves eran guardadas por el mayordomo del Gremio de Mareantes; la llamada Puerta de la Villa, por ser la entrada principal, al oeste; al sur, la de los Remedios o del Llegar (hoy c/ Manuel Cue), y una cuarta al norte: la Puerta del Castillo. De estas tres últimas tenía las llaves el Juez o Alcalde de la municipalidad. A la Puerta del Llegar se la denominó así porque por ella entraban en la villa de Llanes los que procedían de la parte este. Como por entonces no había puente en la ría, ésta se atravesaba en barcas que partían de lo que actualmente es el barrio de las Barqueras, antiguo arrabal de pescadores y artesanos, y llegaban a la misma puerta de los Remedios, sobre la cual estaba instalada una pequeña capilla bajo la advocación de dicha Virgen. Existían otras puertas menores o postigos, algunos aún conservados, que eran usados para no tener que abrir las puertas principales. En el pavimento de la plaza de Santa Ana puede verse hasta dónde llegaba la muralla, que fue derribada en 1870 para proceder a ampliar la villa. En este espacio público tuvo su asentamiento la Puerta de San Nicolás, también señalada sobre el suelo. La calle de la Playa del Sablón —concha arenosa situada frente al lienzo en pie más destacado de la cerca— resulta ideal para obtener estupendas vistas panorámicas de las murallas con una cuadrada torre albarrana.

Concejo de Llanes

Una capital y villa marinera de impresionante casco histórico, tradición marinera, etnografía, folclore, gastronomía, playas y montañas que miran a los picos de Europa. Cultura tradicional y de vanguardia, historias de indianos y cineastas enamorados... Y mucho más. Así es Llanes.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Llanes son: Cabrales, Cangas de Onís, Onís, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Ribadedeva y Ribadesella. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Llanes, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca del Oriente de Asturias

Es la tierra asturiana que primero ve el sol, que tiene las montañas de más altitud de la cordillera cantábrica, los Picos de Europa, Parque Nacional, Reserva de la Biosfera y lugar donde se inició la Reconquista en España, concretamente en Covadonga.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Caravia, Llanes, Onís, Parres, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Piloña, Ponga, Ribadedeva y Ribadesella. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«La sidra asturiana también juega un papel destacado en la gastronomía de la región. Asturias es famosa por sus llagares, lugares donde se produce la sidra de forma tradicional. Beber sidra en Asturias es toda una experiencia, ya que se sirve de una manera especial: el escanciado. El escanciador, con una jarra de sidra en alto, la vierte en el vaso desde cierta altura para airearla y realzar su sabor. Además, es común maridar la sidra con platos como el queso cabrales, un queso azul de sabor intenso y característico de la zona.»